Consejos para que la morosidad no termine con tu empresa

La morosidad ha sido tradicionalmente una de las principales amenazas para la mayoría de pequeñas y medianas empresas españolas. Actualmente, 9 de cada 10 compañías de tamaño medio tienen facturas pendientes de cobro, que no saben si alguna vez ingresarán.

Además de las molestias que implica perseguir a los deudores, esta situación ocasiona importantes problemas de tesorería. No sólo por las pérdidas generadas por aquellos productos por cuya venta no se ha conseguido cobrar, sino también porque la acumulación sucesiva de varios retrasos puede dejar a la empresa sin liquidez suficiente para continuar su actividad. Según la Comisión Europea, la morosidad es responsable del 30% del cierre de compañías.

Una de las formas de minimizar las perdidas es contratar una empresa de cobro de morosos que se dedicara exclusivamente en ir detrás de los deudores, que casi siempre reaccionan rápidamente.

Las empresas de cobros, generalmente pueden incluso ayudarles antes de cerrar un trato con información sobre el nuevo cliente. Conocer bien a los clientes con los que se va a negociar un acuerdo es muy importante para prevenir los impagados.

Buscar información sobre los clientes, pedir garantías y reaccionar ante un retraso en el cobro de una factura son prácticas que ayudan a las compañías a minimizar el riesgo de impago.

En función del resultado de este informe que la empresa de cobro le ofrece, se puede evaluar el riesgo de impago por parte de la otra compañía y, por tanto, si conviene o no realizar una operación.

Tras haber cerrado la una operación, es importante establecer un sistema que permita detectar rápidamente el impago. Son varios los casos de pymes que pierden unas semanas decisivas debido a que no se dan cuenta a tiempo de la situación.

Ante este escenario, hay que ponerse en contacto con una empresa de recobro de impagados para averiguar las razones del retraso y si hay voluntad y capacidad de pagar.

Muchas empresas utilizan las vías judiciales que no son más que procesos largos y complejos. Además, el coste suele ser más elevado sobre todo en el caso de los impagados con importes pequeños, que contratar una empresa de recobro, que no cobra nada por adelantado y solo si recupera la deuda se lleva un porcentaje que no supera el 50%.

Debido a las complicaciones que les puede traer una alta morosidad, en muchas empresas se suelen recurrir a los servicios de Atlantica de Cobros, una empresa de recuperación de deudas con actividad en todo el territorio español y en Portugal.